Las maletas de Monedero no tienen fondo
Si hace unos días OKDIARIO desvelaba que el ex jefe de la Inteligencia venezolana Hugo El Pollo Carvajal había revelado al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón que Nicolás Maduro entregó, mediante un asistente, 600.000 dólares al cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero en el Hotel Meliá Caracas, OKDIARIO informa ahora de que el magistrado investiga otro pago de 200.000 euros en el Hotel Alba de la capital venezolana. Como este periódico viene desvelando, el modus operandi en el que la narcodictadura venezola financió a Podemos era a través de valija diplomática desde la embajada venezolana en España; entregas de dinero mediante empresas españolas y entregas en efectivo en Venezuela provenientes de la legación de Cuba. Juan Carlos Monedero, apodado por el régimen como «el español», era el encargado de la parte española y se encargaba de recibir y coordinar la recepción del dinero.
Al igual que la entrega que recibió en el Hotel Meliá, Juan Carlos Monedero recibió los 200.000 euros de manos de Williams Amaro, hombre de confianza de Maduro, que previamente recogió esa cantidad en la Embajada de Cuba en Venezuela. Monedero, el perejil de todas las salsas de la presunta financiación ilegal podemita, está en el punto de mira de la UDEF. Las revelaciones de El Pollo Carvajal han ido acompañadas de abundante documentación, lo que ha permitido a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía monitorizar los movimientos y desplazamientos del cofundador de Podemos al objeto de comprobar si en las fechas en las que se asegura recibió las cantidades citadas se encontraba en Venezuela.
El cerco se estrecha, mientras Juan Carlos Monedero ha viajado recientemente a Caracas para avalar al régimen de Maduro en las fraudulentas elecciones celebradas la pasada semana. En un ignominioso ejercicio de manipulación se permitió hablar de «democracia» cuando la misión de observación electoral de la UE subrayaba las numerosas irregularidades detectadas. A Monedero -el bien pagao- se le pone cada vez más oscuro el horizonte penal. Y es que sus maletas no tienen fondo.
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